Los gatos que prefieren leche en lugar de agua, idealmente deberían ir pasándose al agua. Si adoran la leche darla como premio. Te contamos algunas excepciones.
La leche de vaca, en general, no se aconseja a los gatos. Sin embargo, hay excepciones que pueden recomendarla, siempre en cantidades pequeñas. ¿Tu gato no puede pasar sin la leche de vaca? Este puede ser un caso en el que seguir dándosela puede ser la solución. Eso sí, reduciendo la cantidad a una porción simbólica si no logramos que deje de pedirla, porque lo ideal es que deje de tomarla por completo.
Beber leche en lugar de agua
Los gatos que prefieren beber leche en lugar de agua, aún sin sufrir problemas estomacales, deberían ir pasándose al agua hasta reemplazar esta por la cantidad de leche que tomaban. Ir poco a poco, añadiendo agua en la leche mientras el gato lo tolere y siga tomándola es una manera de ir reduciendo la leche.
De sufrir problemas estomacales, la retirada de la leche debe ser inmediata. En caso de tolerarla, siempre es mejor una mezcla de agua con leche en la proporción que no interfiera en el radar gustativo del gato, que solo leche, en el caso de que sea imposible eliminarla por completo, aspecto que observaremos por provocar el rechazo del gato. Ahí estaría la línea roja.
Se trata de hacer el agua más atractiva añadiendo un poco de leche o la leche más saludable aguándola, en ambos casos podemos conseguir que el gato beba más, pero dependerá del animal y de sus circunstancias. En algunos casos la leche puede ser el modo de ingerir más líquidos, pero también le puede perjudicar por sus fosfatos, que afectan a la salud renal y por intolerancia, que lo deshidrate por diarreas. Siendo sensatos y consultando con el veterinario daremos con la mejor solución para que el gato esté contento y bien hidratado, mejorando su nivel hídrico y su salud.
¿Cuándo puede ser beneficiosa?
Los gatos enfermos que necesitan beber más y están obsesionados con la leche pueden beneficiarse de ésta para lograr un mayor nivel hídrico si este es deficiente, previa consulta con el veterinario y si se le proporciona sin lactosa o con los niveles de ésta reducidos.
Como siempre, las cosas no son blancas o negras. Es importante tener en cuenta los pros y los contras y valorar qué beneficios obtenemos y qué riesgos o perjuicios, una decisión que un veterinario está capacitado para tomar a la vista de la condición médica y necesidades del gato.
Recordemos los principales aspectos negativos de ingerir un gato leche de vaca. No solo suele provocar intolerancia y puede provocar alergias, como explicamos en este post. Igualmente sus fosfatos vienen mal a gatos con problemas renales y un exceso de consumo provocar éstos.
Además, cuando la ingieren de forma regular están dejando de consumir otros alimentos en muchos casos. Y si consume leche como añadido a otros alimentos, es fácil que supere su cuota diaria de calorías y acabe con sobrepeso o, en caso de ser un animal inapetente, ocupe su estómago con leche y deje de tomar alimentos que lo nutran mucho más y mejor. En este caso, la leche puede contribuir a su desnutrición, un problema especialmente grave si se trata de un gato enfermo o anciano.
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Imagen: Nevena1987.
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