Dar leche de vaca a gatos enfermos no es una buena idea, salvo que lo recomiende el veterinario, en este post te contamos por qué podría resultar perjudicial. Los gatos pueden sentirse atraídos por la leche, la crema o el queso, pero incluso como premio, los productos lácteos generalmente no se recomiendan para gatos por su dificultad a la hora de digerir la lactosa, un azúcar presente en la leche de vaca y también su grasa puede ser difícil de digerir en determinados animales delicados.
En el caso de los gatos sanos, los problemas para digerir la leche se superan más fácilmente porque el organismo está fuerte para reponerse de los efectos adversos digestivos, pero si se trata de un animal enfermo, convaleciente o anciano, los síntomas pueden ser mucho más perjudiciales e incluso comprometer su vida.
Entre otros problemas de salud que los lácteos pueden empeorar con sus síntomas por su mala digestibilidad, podemos mencionar la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) u otros trastornos intestinales, pero en general un animal enfermo o vulnerable siempre se verá perjudicado si su sistema digestivo sufre.
Además, “la leche de vaca contiene altos niveles de fosfato”, advierte la directora de la International Society of Feline Medicine del Reino Unido, Nathalie Dowgray, por lo que es mejor que los gatos lo eviten si se les ha diagnosticado una enfermedad renal. Y por precaución, todos los gatos en general. No olvidemos que los problemas renales afectan al 80 por ciento de los mininos en algún momento de su vida.
El fósforo, relacionado con los niveles de fosfato, puede afectar la salud renal en gatos con enfermedad renal crónica, según un estudio de 2017 en el Journal of Feline Medicine and Surgery, apuntan en Livesciencie.
Mejor agua que leche
Siempre que tu gato no tenga problemas digestivos, alimentarlo con cantidades muy pequeñas de leche de vaca puede no causar problemas, aunque no se recomienda darles leche en general. Pero si a tu gato le encantan las golosinas ocasionales, la opción más segura es un poco de leche de vaca sin lactosa o con contenido reducido. Mejor aún, evita los lácteos por completo. No hay necesidad de dárselos, y lo que necesita para una hidratación adecuada es mucha agua fresca, no leche, y como alimento es deficiente.
¿Cuánta leche puede tomar mi gato?
Cada gato tiene una tolerancia distinta a la lactosa presente en la leche y algunos pueden ser alérgicos a esta. Por lo tanto, las respuestas generales no siempre se adaptan a cada animal, y menos aún si están enfermos. Sin embargo, para evitar que no le provoque diarrea a causa de la lactosa, según el estudio citado al pie del post, de forma general puede afirmarse que 85 ml de leche pueden considerarse como la ingesta diaria máxima para un gato sano que no tenga problemas estomacales a la hora de digerirlo.
Prohibida para gatos enfermos
Y recuerda, que te guste algo para comer no significa necesariamente que sean saludables para nosotros y lo mismo podemos aplicarlo a nuestro gato o gatos. Y en el caso de animales enfermos, convalecientes o gatitos (la leche de la madre es más rica en nutrientes y contiene mucha menos lactosa y las diarreas son muy peligrosas para ellos), la leche de vaca está prohibida, salvo que la aconseje el veterinario. El agua limpia es vital para los gatos, esta es la mejor alternativa a la leche, así como una dieta adaptada a cada enfermedad.
Referencias bibliográficas:
(1) ResearchGate. Leche para gatos. Antón Beynen. (2017)
(2) Sage Journals. Efecto de una dieta rica en fósforo sobre los indicadores de salud renal en gatos. (2017)
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Imagen: RahulDsilva.
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