Los gatos, en general, pueden digerir una pequeña cantidad de lactosa, el azúcar presente en la leche, pero no es seguro darle leche de vaca o productos lácteos a un gato. En este post te contamos todo lo que deberías tener en cuenta para tomar la mejor decisión para tu gato.
¿Los gatos toleran la lactosa?
Es cierto que los gatos pueden ser tolerantes a la lactosa en cantidades pequeñas, pero no todos los gatos la toleran igual y algunos pueden ser alérgicos a ésta o a la proteína de la leche. En concreto, y de forma genérica, toleran alrededor de 6 gramos al día de lactosa, un azúcar presente en la leche, de acuerdo con el estudio al que puedes acceder al final del post (1).
¿Cuánta leche puede beber diariamente?
Estos 6 gramos al día de lactosa equivalen a medio vaso de leche al día para un gato de más o menos 4 kilos, es decir, corresponden a 130 ml de leche de vaca. Teniendo en cuenta la sensibilidad individual, 85 ml pueden considerarse como la ingesta diaria máxima que no provoca diarrea a causa de la lactosa, de acuerdo con el estudio. Pero recuerda que esta cantidad es orientativa, no garantiza que sea así para todos los gatos.
Atentos al cómputo global de lactosa
La lactosa también puede estar presente en muchos alimentos que ingiere un gato. Por ejemplo, como ingrediente en el pienso o en alimento húmedo así como en premios, por lo tanto, no sobrepasar esos 6 gramos es fácil incluso si nos ceñimos al medio vaso de leche apuntado. Si añadimos que además de tomar leche coma también algo de yogur, incluso queso, premios que contienen lactosa como los formulados para gatos o algo de jamón york, pongamos por caso, también con lactosa, el cómputo general puede sobrepasar lo aconsejado fácilmente.
No olvidemos que también puede estar presente en el pienso o en el alimento húmedo, bastará con leer la formulación para encontrar esta información y tener cuidado en que la cantidad total de lactosa a lo largo del día no sobrepase esos 6 gramos para un gato de 4 kilos porque de no vigilar el tema el gato podría sobrepasar fácilmente esa cantidad de seguridad y sentarle mal.
Las diarreas pueden ser peligrosas
Hay que tener mucho cuidado con los gatitos o gatos enfermos porque si se desencadenan diarreas, éstas pueden ser muy peligrosas e incluso comprometer su supervivencia. Solo en casos de urgencia puedes darles leche para evitar que mueran de hambre, pero a la mayor brevedad posible hay que comprar leche para gatitos en el veterinario o en una tienda especializada.
Y ni siquiera estas indicaciones garantizan que se puedan dar estas cantidades estimadas porque el estudio se basa en estimaciones generales y no todos los gatos toleran igual la lactosa, repetimos esto porque es importante. No dejemos de tener en cuenta también que hay gatos alérgicos a la lactosa o a la proteína de la leche, pongamos por caso.
Leche solo como complemento o premio
Un gato que base su dieta en leche, por otra parte, tendría graves carencias nutricionales en taurina, magnesio, hierro de cobre, de vitamina d o de vitamina a. Es decir, si damos al gato algo de leche, no más de los 85 ml que se consideran la ingesta diaria máxima para no ocasionar diarrea, según el mismo estudio, la leche ha de combinarse con una dieta base que sea nutricionalmente completa. «Para un gato de 4 kg, la comida comercial y 85 ml de leche, que aportan el 77 y el 23 por ciento de su requerimiento calórico diario, respectivamente, forman una ración adecuada», dice el estudio.
Por todo lo dicho, teniendo en cuenta que un buen pienso y alimentación húmeda el gato tiene cubiertas todas sus necesidades, mejor no darles leche ni lácteos o, si queremos hacerlo, dárselo en forma de premio. Es decir, solo de forma simbólica.
Dueño precavido vale por dos
En conclusión, no juegues a la ruleta rusa con la alimentación de tu gato y no le des leche ni lácteos si no es en muy pequeñas cantidades, siempre que no les siente mal. Cada gato es un mundo, podría ser alérgico o más tolerante de la media y no digerir bien ni siquiera una cantidad pequeña estimada como segura para los gatos en general.
Si aún así estás decidido o decidida a dar leche a tu gato, antes de llenarle el platito, mejor solo una cucharada de leche y observa sus deposiciones y posible reacción alérgica las siguientes 24 horas y acude al veterinario si observas cualquier síntoma fuera de lo normal.
Leche sin lactosa o con bajo contenido
La leche con bajo contenido en lactosa o sin lactosa puede ser una opción más segura para el gato, pero tengamos en cuenta que igualmente la leche puede provocar alergias y su contenido en fosfatos, por ejemplo, no es saludable para un gato y puede afectar a su salud renal. Por lo tanto, mejor no darle lácteos o hacerlo solo como premio, tomando las precauciones apuntadas en este post.
¿Es común la alergia gatuna a la leche?
La alergia alimentaria a la leche, que provoca trastornos de la piel (picazón, automutilación) y/o problemas intestinales (vómitos, flatulencias, diarrea) tiene un riesgo «muy pequeño en los gatos». En general, en los gatos, la aparición de todas las reacciones alérgicas a los alimentos no es más común que en los perros y afectaría a menos del 0,05 por ciento de la población felina, y los productos lácteos representarían menos del 0,01 por ciento, según el estudio.
Referencias bibliográficas:
(1) ResearchGate. Leche para gatos. Antón Beynen. (2017)
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