¿Te preguntas si tu gato puede comer solo pollo? Un gato no debería comer solo pollo, esta es la respuesta corta. A continuación, vamos a ver por qué la idea de dar a un gato únicamente pollo no ayuda a su salud, todo lo contrario.
Aun siendo carnívoro estricto el gato, la nutrición equilibrada no debe consistir solo en carne o pescado porque sería muchísima proteína y ello conlleva riesgos para la salud. Es decir, la carne no debe ser su única fuente de alimento pues no le proporciona todos los nutrientes que precisa. Además, el gato de hoy tiene un sistema digestivo más sensible que sus antepasados, por lo tanto no es buena idea darle cualquier carne, primero consultar a un veterinario.
El pollo, carne apta para gatos
El pollo sí puede comerlo pero la formulación de comida balanceada de calidad para los gatos es lo recomendado, combinando seca y húmeda y aún mejor si se adapta a su edad y condición médica si la tuviera, con un pequeño margen para caprichos también pensando en sus características, estos no más del 10 por ciento.
El principal componente dietético de la carne es la proteína, esto es interesante para su alimentación, pero solo a priori. Es decir, ese pollo si se come en exceso podría suponer un problema para gatos que no necesitan tanta proteína o no estar indicado en animales con problemas de salud o desencadenarlas, como explicamos en el último epígrafe.
No olvidemos que también tiene calorías, por lo que solo pueden consumir cierta cantidad. Cambiar su dieta a pollo requerirá calcular la cantidad recomendada de calorías diarias que debería consumir ese gato en concreto, un número que varía en función de factores como la raza, el tamaño o la edad o por ejemplo el estado de salud. Son cuestiones que un veterinario sabrá responderte.
Bien hecho, sin piel ni huesos
Darle pollo a un gato sano mejor hacerlo solo como capricho, lo que supone darle apenas una cantidad muy pequeña. Una ración simbólica, que no rompa la dieta balanceada que lleva o, si es algo habitual, aun siendo poca cantidad, ajustar esta restando una pequeña parte de lo que consume habitualmente. El pollo cocido mantiene sus excelentes nutrientes y además reduce la posibilidad de bacterias en el organismo, no olvidemos que la cocción de este tipo de carne acaba con muchos de los patógenos presentes en su versión en crudo. Nos unimos a los veterinarios que recomiendan hacerlo cocido por los riesgos asociados de intoxicaciones y enfermedades.
También es importante desmenuzarlo, quitar huesos y piel, pueden atragantarse con ellos y la la piel tener mucha grasa y sentarles mal.
La pechuga de pollo es especialmente magra y con proteínas de calidad, por lo que puede convenir a gatos obesos, siempre que no sea contraindicado por otras características o condiciones médicas, en su caso. Más ideas prácticas sobre este tema en este post del blog de Gatrucos.com.
Riesgos de la excesiva proteína
Si el gato es mayor o tiene problemas renales u otros problemas de salud una dieta alta en proteína también puede ser contraproducente y actuar como factor de riesgo. Otros factores de riesgo son la avanzada edad (más de 7 u 8 años), la raza (siameses y persas, por ejemplo) o la dieta, por lo tanto darle solo pollo o más del que debiera tomar puede hacer daño a su salud ya que se trataría de una dieta con más proteína de la saludable.
La mayoría de los gatos sufrirá a lo largo de su vida problemas renales, por eso es importante tener en cuenta esta cuestión. Como explica Carlos, el veterinario clínico de pequeños animales en su canal de Youtube, el 80% de los gatos tiene problemas renales, una cifra altísima, por lo que es fundamental aprender a cuidar sus riñones para que goce de una mejor salud a lo largo de toda su vida.
La prevención de problemas renales desconseja una dieta muy alta en protenías, con alto fósforo y poco potasio, como han demostrado distintos estudios científicos como este, que concluye que las dietas de los gatos muy bajas en potasio o con mucho fósforo y mucha cantidad de proteínas, que pueden estar detrás de que se desarrolle la enfermedad (Brown et al., 2016; Böswald et al., 2018). (1) y (2)
No olvides que también hay patologías como la enfermedad periodontal, problemas cardíacos, diabetes, inmunodeficiencia felina o leucemia felina que los hacen más propensos a padecer problemas renales, por lo tanto, son muchos los factores a tener en cuenta y si no somos veterinarios no tenemos capacidad de valorarlo.
En efecto, la alimentación del gato es algo complejo que debemos tener en cuenta con la supervisión del veterinario. Es importante chequear la salud de tu gato para estar informado de sus posibles problemas y poder actuar de forma preventiva o curativa, sin tomar iniciativas de administrar complementos o darles comida que pueda perjudicarles. Consulta con el veterinario si tienes dudas. No actúes por tu cuenta sin consultar dudas y ofrece comida no adaptada a lo que tu gato necesita de forma específica solo como capricho de vez en cuando y en pequeñas cantidades.
Por eso es importante la comida de alta calidad balanceada y tener mucho cuidado con la comida casera, que está bien solo de forma esporádica y en pequeñas cantidades si no tenemos los suficientes conocimientos de nutrición felina. Si quieres alimentar a tu gato de forma casera debes asegurarte que un profesional te la haga de forma balanceada y en función de tu gato.
Si prefieres la dieta comercial, elige una específica para tu gato, el veterinario sabrá aconsejarte. Por lo general están bien formuladas si son de buena calidad, y las caseras también pueden estarlo si te asesora un especialista, incluso podría ser mixta, siempre evitando desequilibrios que puedan repercutir en la salud del gato. Ten en cuenta también las cantidades, el sobrepeso predispone a muchas enfermedades, entre ellas la diabetes que, a su vez, es un factor de riesgo de problemas renales por la resistencia a la insulina.
Los premios o la comida casera que hacemos espontáneamente, sin formar parte de un plan equilibrado no deben superar el 10 por ciento de la comida equilibrada que debemos proporcionarle. Casi con toda probabilidad, ni unos ni otros son alimentos completos. Es más, a menudo la razón de que les gusten es su composición rica en muchísima proteína o grasa, por lo que estos desequlibrios o si acaban engordando al gato por sumarse caprichos a una dieta comercial o por raciones excesivas que pueden desencadenar problemas de salud como los mencionados. Vigilar esto es importante para un buen cuidado : )
Referencias bibliográficas:
(1) Observation phosphorus and protein supply cats and dogs prior to the diagnosis of chronic kidney disease. LF Böswald, E Kienzle, B Dobenecker. Link
(2) Chronic Kidney Disease in Aged Cats: Clinical Features, Morphology, and Proposed Pathogeneses. C. A. Brown, J. Elliott, […], and S. A. Brown. Link.
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Imagen: BilevichOlga
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