El agua, sin lugar a dudas, es infinitamente más aconsejable que la leche para los gatos. El agua es vital para ellos, han de tenerla siempre a su disposición, limpia a diario. La leche de vaca no la sustituye ni la complementa, salvo que el veterinario lo aconseje por circunstancias especiales del gato en cuestión. Sobre todo, si considera que es un modo de lograr que se hidrate en animales que de otro modo no alcancen el nivel de líquidos adecuado. En conclusión, la leche está desaconsejada como bebida y como alimento para los gatos, así como los lácteos en general.
La leche no es un alimento seguro porque les puede provocar problemas digestivos como vómitos y diarrea o gases y calambres, fundamentalmente por la presencia de la lactosa, azúcar de la leche, que no suelen digerir bien. También puede perjudicar su salud si fomenta la obesidad o, por ejemplo, por la presencia de fosfatos, relacionados con la enfermedad renal, así como por la deshidratación si se producen diarreas o si ello impide que tomen el agua diaria necesaria al preferirla por estar acostumbrados a ella.
La leche no los alimenta mejor
Algunos gatos, excepcionalmente, pueden conservar hasta la edad adulta la capacidad de digerir la lactosa, azúcar presente en la leche, tal como lo hacen algunas personas, pero la leche de vaca, cabra (esta es más baja en lactosa que la de vaca) u otras contienen menos proteína y más lactosa que la leche de las gatas cuando amamantan, por lo que ni siquiera les aportarían nada interesante a nivel de nutrición.
Según explica la directora de la International Society of Feline Medicine del Reino Unido, Nathalie Dowgray, «no hay beneficios nutricionales adicionales al darle a su gato leche de vaca si se le alimenta con un alimento para gatos completo y equilibrado de alta calidad».
Cada gato presenta una diferente intolerancia a la lactosa, pero en general tienen problemas para digerirla.
Las leches especiales sin lactosa para humanos o con baja cantidad de esta para gatos que se comercializan en supermercados y tiendas de animales no son tampoco una buena idea más allá de un premio para gatos sanos que toleren la lactosa
¿Cuánta leche puede tomar mi gato?
Cada gato tiene una tolerancia distinta a la lactosa presente en la leche y algunos pueden ser alérgicos a esta. Por lo tanto, las respuestas generales no siempre se adaptan a cada animal. Sin embargo, para evitar que no le provoque diarrea a causa de la lactosa, según el estudio citado al pie del post, de forma general puede afirmarse que 85 ml de leche pueden considerarse como la ingesta diaria máxima.
Y recuerda, que te guste algo para comer no significa necesariamente que sean saludables para nosotros y lo mismo podemos aplicarlo a nuestro gato o gatos. La leche es innecesaria e incluso puede resultar perjudicial. Por contra, el agua limpia es vital para los gatos, esta es la mejor alternativa a la leche, así como una dieta de calidad adaptada a cada momento de la vida y circunstancias.
No los hidrata lo suficiente
Sí, es cierto que al ser líquida la leche les hidrata, pero puede ser una mala decisión nutritiva por provocar la mencionada obesidad y hacer que el gato se alimente de forma desequilibrada al preferirla a las raciones óptimas de una dieta adecuada para su edad y circunstancias, que es lo recomendable para cualquier gato.
Además, un gato con diarreas se deshidrata. Tengamos en cuenta que para mantenerse bien hidratado, necesita ingerir una media diaria de 50 a 100 mililitros de agua por kg de peso, por lo que se excedería la cantidad promedio considerada segura para los gatos en general si sustituyéramos la leche por el agua.
En conclusión, la leche no es sustituto del agua en ningún caso y ésta es mejor no darla a los gatos o hacerla de forma simbólica, como premio solo de forma esporádica si queremos hacerlo, y siempre que el gato la tolere y no tenga alergia, por otra parte poco común en gatos. «En lugar de comprar productos lácteos para gatos, que no ofrecen ningún valor nutricional adicional, recomendaríamos que los dueños se concentren en asegurarse de que sus gatos tengan acceso a abundante agua limpia y fresca todos los días», concluye Dowgray.
Referencias bibliográficas:
(1) ResearchGate. Leche para gatos. Antón Beynen. (2017)
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Imagen: Daria Kulkova.
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