La leche y los productos lácteos procesados pueden ser perjudiciales para los gatos, te contamos qué precauciones tomar y por qué suelen estar desaconsejados. Se desconoce cómo les sientan a los gatos los productos lácteos procesados de forma moderna, tal y como se afirma en el estudio al que puedes acceder al pie del post. Sin embargo, sí se sabe que pueden provocar alergias, aunque no son comunes en gatos, y que encuentra problemas a la hora de digerir la lactosa, el azúcar presente en la leche. Por estas razones, la leche suele estar desaconsejada para los gatos.
¿Si se desaconseja la leche, por qué se les da tradicionalmente? Los gatos eran valorados por su capacidad para controlar las ratas y otros animales no deseados por amenazar la integridad de los almacenes de cereales en la antigüedad. A menudo eran alimentados con una dieta que incluía cereales y leche, ya que eran recursos fácilmente disponibles.
Esta asociación histórica entre gatos y leche ha perpetuado la creencia de que a los gatos les gusta la leche, un mito reforzado por la cultura popular y los medios de comunicación. Pero no es así. Como dueños responsables debemos priorizar la salud y el bienestar de nuestros gatos tomando decisiones dietéticas informadas.
Teniendo en cuenta que los gatos tienen problemas para digerir la leche de vaca por su contenido en lactosa y de que no contiene los nutrientes que el gato necesita de usarse como base de su alimentación, no se trata de un alimento ni completo ni seguro. Por eso han surgido en el mercado opciones de leche alternativas formuladas específicamente para gatos, que pueden considerarse golosinas ocasionales que se añadan a una dieta equilibrada de comida para gatos de alta calidad. Este es un tipo de procesamiento de la leche que puede ayudarles a digerirla mejor.
Aún así, tener en cuenta que incluso una cucharada de leche o crema del tamaño de una golosina le provoca malestar estomacal con síntomas desagradables como gases, exagerados, diarrea o vómitos e incluso comprometer su salud y hasta su vida si deriva en diarreas tratándose de gatitos o de gatos ancianos o enfermos. La lactosa constituye entre el 2 y el 8 por ciento de la leche de vaca, en realidad no es tan raro que provoque problemas a algunos gatos también con cantidades pequeñas.
Por otra parte, es importante tener en cuenta que la leche que consumían los gatos en el pasado no era la misma que la leche de vaca disponible comercialmente que consumimos comúnmente hoy en día. Entonces estaba menos procesada y tenía un menor contenido de lactosa, lo que la hacía más tolerable para los gatos.
Cuando se pasteuriza la leche de vaca, la proteína de la leche cambia y las partículas de leche homogeneizada pueden ocasionar problemas a la salud del gato, es algo que no se ha estudiado de forma específica, así que no sabemos si les puede sentar mal a medio y largo plazo.
Al filtrarse al intestino del gato, puede causar problemas digestivos a los gatitos y gatos, y la misma dificultad nos encontramos si decides darle helado o queso a tu gato, lo que también le puede provocar problemas digestivos por la lactosa, además de la incertidumbre para su salud que supone que se trate de productos lácteos procesados.
No hay tanta grasa en la leche cuando ofrecemos al gato versiones desnatadas y semi desnatadas de los lácteos, pero los gatos aún sentirán u olerán las proteínas y grasas que contienen, justo lo que les atrae de la leche.
Igual que hay que controlar el acceso de los niños a los dulces, no permitas que tu gato beba leche ni tome productos lácteos en general de forma regular ni en grandes cantidades. No más allá de un simple premio muy de vez en cuando, como mucho. Ayudará a proteger la salud y la vida de tu querido gato.
Cuánta leche puedo darle
¿Qué cantidad puedes darle? Poca, un gesto simbólico, o mejor nada. En el estudio (1) se señala que, teniendo en cuenta la sensibilidad individual, pero sin individualizar, porque cada gato es un mundo, 85 ml pueden considerarse como la ingesta diaria máxima que no provoca diarrea mediada por la lactosa.
«Esta cantidad debe combinarse con una dieta base que sea nutricionalmente completa. Para un gato de 4 kg, la comida comercial y 85 ml de leche, que aportan el 77 y el 23% de su requerimiento calórico diario, forman una ración adecuada», señala el estudio. Es decir, ningún gato puede alimentarse bien solo con leche. Si queremos añadirla como complemento o premio, primero asegurémonos de que no le provoca alergias ni intolerancias.
Referencias bibliográficas:
(1) ResearchGate. Leche para gatos. Antón Beynen. (2017)
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