Los gatos pueden sentirse atraídos por la leche, la crema o el queso porque estos alimentos tienen un sabor graso, pero incluso como premio, los productos lácteos generalmente no se recomiendan para gatos, cuya tolerancia a la lactosa es variable de un animal a otro. Por un lado, la leche de vaca y de cabra tienen un contenido de lactosa significativamente mayor que la leche de una madre gata, por lo que son difíciles de digerir para un gato pequeño y aún más un adulto. Y en gatos enfermos pueden empeorar mucho los síntomas digestivos existentes y otros relacionados con distintos desórdenes y patologías.
La leche de cabra tiene un poco menos de lactosa que la leche de vaca, pero la suficiente para afectar negativamente a su salud. Pero como existen diferentes grados de intolerancia a la lactosa, algunos gatos pueden consumir cantidades limitadas de leche de cabra sin sufrir efectos nocivos y es posible que algunos gatos afortunados no sean intolerantes a la lactosa. Pero es una excepción, por lo general, la leche de vaca o cabra está desaconsejada.
En general, los productos lácteos, como el requesón y el yogur, también están desaconsejados para los gatos, pero los de leche de cabra tendrán menos lactosa y pueden tolerarse mejor que la leche pura porque los procesos bacterianos a los que a veces también se descomponen parte de la lactosa. También se comercializan la leche y lácteos en general sin lactosa o con contenido reducido, lo que les ayudaría a digerirlo, pero siempre que se haya comprobado antes que toleran la lactosa, es decir, que no les produce diarreas, vómitos o gases.
Siempre que su gato no tenga problemas digestivos, alimentarlo con cantidades muy pequeñas de estos alimentos para humanos o diseñados para gatos puede no causar problemas, pero si le encantan las golosinas ocasionales, la opción más segura es un poco de leche de cabra o de vaca sin lactosa.
Por otro lado, evitemos la leche de soja, almendras y otras leches de frutos secos; aunque estos sustitutos de la leche no contienen lactosa, se sabe que causan problemas estomacales en los gatos.
Mejor aún, omita los lácteos por completo. No hay necesidad de productos lácteos en la dieta de su gato, y lo que necesita para una hidratación adecuada es mucha agua fresca, no leche.
¿Cuánta leche puede tomar mi gato?
Cada gato tiene una tolerancia distinta a la lactosa presente en la leche y algunos pueden ser alérgicos a esta. Por lo tanto, las respuestas generales no siempre se adaptan a cada animal. Sin embargo, para evitar que no le provoque diarrea a causa de la lactosa, según el estudio citado al pie del post, de forma general puede afirmarse que 85 ml de leche de vaca pueden considerarse como la ingesta diaria máxima, según el estudio al pie del post. En el caso de la leche de cabra, por lógica, esta podría aumentarse un poquito más, al ser más baja en lactosa.
De estar decididos a darle leche, se recomienda comenzar muy lentamente. Comenzar con no más de una cucharadita y observar cómo reaccionan. Espera de 12 a 16 horas para ver si notas heces blandas o diarrea, aunque si son intolerantes a la lactosa, es posible que empiecen a vomitar mucho antes.
Agua limpia y dieta de calidad
La conclusión es que, aun siendo la leche de cabra más digestiva que la de vaca, ni esta ni la leche de vaca son aconsejables para los gatos, es innecesaria e incluso puede resultar perjudicial. Por contra, el agua limpia es vital para los gatos, sin duda, esta es la mejor alternativa a la leche, así como una dieta de calidad adaptada a cada momento de la vida y circunstancias que se ingiera sin que la leche les quite el apetito. Por lo tanto, teniendo en cuenta todo esto, si a tu gato le gusta y puede tolerar la lactosa, solo proporcionársela en muy pequeñas cantidades puede ser un premio saludable.
Referencias bibliográficas:
(1) ResearchGate. Leche para gatos. Antón Beynen. (2017)
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